La Escolopendra, un animal de armas tomar…..

Por Oona Delgado.

Perteneciente al grupo de los Scolopendromorpha, la escolopendra es familia de los ciempiés, es un animal de impresionante morfología, de aspecto temeroso, posee gran longitud, dorso aplanado y varios pares de patas. En sí podemos distinguir dos regiones, la cabeza y el resto del cuerpo que está conformado por una serie de segmentos bien estructurados de donde salen las patas largas y gruesas. Su color puede variar de negro, castaño claro a amarillo o naranja y su tamaño dependiendo de la especie puede variar de 15 a 30 cm.

La escolopendra o ciempiés gigante, suele ser temida por sus movimientos rápidos y su agresividad. Es un excelente depredador que se alimenta cuando esta en fase juvenil de grillos, larvas, arañas, lombrices, escorpiones; mientras que en su fase adulta pueden alimentarse tanto de esta misma dieta como de animales más grandes tales como sapos, ratas, serpientes, entre otros.

Peligroso artrópodo ponzoñoso….



Su habilidad como cazador no sólo se basa en sus movimientos ágiles, como lo mencionamos antes, sino al par de patas delanteras y traseras. Las patas delanteras, poseen uñas con glándulas venenosas usadas para penetrar el cuerpo de su presa y liberar su veneno, mientras las traseras, son usadas como pinzas con las cuales dominan finalmente la presa para ser devorada. Poseen unas mandíbulas en forma de tenaza en dónde terminan unos pequeños conductos de salida de las glándulas de veneno. Las toxinas de la escolopendra esta constituido por histamina, acetilcolina y otras enzimas. Su picadura es dolorosa y en humanos puede llegar a ser mortal.

Suelen encontrarse en las selvas y bosques húmedos de Venezuela, así como también en tierras bajas y calientes, se resguardan bajo la hojarasca, piedras y troncos.  Pueden llegar a vivir hasta 7 años en su hábitat, sin embargo, algunas personas se animan a criarlas en cautiverio y recrean las condiciones de humedad y hojarasca, llegando a lograr la reproducción de las escolopendras y alcanzan a vivir esta misma cantidad de tiempo.

Para la procreación la escolopendra macho produce una red, en la cual deposita una especie de cápsulas que contienen los espermatozoides, llamadas espermatóforos. Este sistema de cópula puede observarse en insectos primitivos también. Una vez colocados los espermatóforos, las hembras pasan por allí y los toman para así fecundarse. Luego de un mes la hembra comienza el cuidado de sus huevos, que pueden ser de 20 a 30, incubándolos por un período de uno a dos meses. 

Entre algunos de sus hábitos interesantes se encuentra el canibalismo, cuando están recién eclosionados los huevos y aún estando en fase juvenil, lo cual regula las poblaciones de estos depredadores. Para la búsqueda de alimento, realizan su recorrido de caza en horas nocturnas mientras que en el día descansan y se guarecen debajo de piedras y materia vegetal. Otro aspecto interesante es que presentan el fenómeno llamado autotomía, donde son capaces a voluntad de desprender algún miembro que este siendo retenido por otro animal a fin de escapar de ser consumido o dañado por éste, luego sí esta en etapa de crecimiento es capaz en la próxima muda de regenerar el miembro perdido.

Un orgullo por nuestros investigadores


En nuestro país recientemente gracias a las investigaciones realizadas por la Universidad Central de Venezuela en el Instituto de Medicina Tropical, fue posible sintetizar un suero antiescolopendra, el cual puede almacenarse a temperatura ambiente teniendo una vigencia estimada mayor de 20 años. Este suero fue realizado a base del veneno extraído de la especie Scolopendra gigantea L. y la metodología usada fue novedosa pues se tomaron gallinas ponedoras, lo cual facilita la obtención del suero y la economía en su producción. Este ha sido el único laboratorio en el mundo capaz de neutralizar los efectos del veneno de las escolopendras o ciempiés gigantes.


Importante para el medio ambiente

La escolopendra es un animal fascinante y juega un papel importante dentro de los ecosistemas, ya que actúa como agente controlador de las poblaciones de sapos, serpientes, escorpiones, etc., de esta manera evitan un sobre doblamiento de estos animales logrando así un equilibrio en el medio ambiente, y aunque algunas personas piensen que su presencia puede ser perjudicial o constituir un problema de salud pública en ciertas zonas, es necesario que seres vivos con características como las que la escolopendra posee, estén presentes para así ser parte de la cadena trófica y mantener el sistema en armonía.