martes, 10 de mayo de 2011

NATURALMENTE NORELYS

NATURALMENTE NORELYS

 texto: Norelys Rodríguez / Fotografías: Daniel Alonso y Alberto Blanco
Calendario Ecológico 2010…pensamientos sanadores…




Detrás de estas fotografías y este almanaque que transmiten paz y paraíso, se esconde un hábitat salvaje e indomable. Entérate de los peligros a los que estuvo expuesta Norelys Rodríguez durante la elaboración de su nuevo calendario 2010. Pues ella misma es quien nos relata de primera mano lo sucedido… ¡y lo aprendido también!

Para mí, hablar de mi hermosa Venezuela, es hablar de ecoturismo, de aventura, de naturaleza virgen, de ecosistemas únicos, de hermosas y paradisíacas playas, de islas, archipiélagos y lagunas costeras, de montañas y bosques nublados, de exuberantes e impenetrables selvas húmedas tropicales, de tepuyes, páramos, de vastas llanuras y sabanas, de caudalosos ríos e imponentes saltos de agua, de culturas ancestrales, de calor humano, de tradiciones… en fin, hablar de Venezuela es hablar del Caribe, del Amazonas, la Guayana y de los Andes en un sólo país.

Consciente de toda esta riqueza, y de la mano de un equipo maravilloso, nació la idea del Calendario Norelys 2010, en el que buscamos brindar un mensaje conservacionista y resaltar el privilegio de ser venezolano, al mostrar las regiones y ambientes más representativos del país en cada uno de los 12 meses del año. 

A veces me preocupa pensar que tanto privilegio sea la causa que nos haya separado de la naturaleza. Es lamentable que en nuestro recorrido observamos costas, lagos, ríos y bosques con grandes áreas cubiertas de basura; un triste panorama de contaminación que debe impulsarnos a convertirnos en multiplicadores de un civismo conciente de ser venezolanos responsables, que no sólo hablemos de lo hermosa que es nuestra tierra y sus maravillas, sino que logremos ser ciudadanos con acciones y pensamientos sanadores.


Cada uno de nosotros forma parte de la naturaleza. La crisis ecológica, el cambio climático, la pérdida de valores y nuestro aislamiento del medio ambiente, nos demuestran que algo no está funcionando y, en consecuencia, estamos pagando un precio muy alto. Por lo tanto, debemos buscar nuevas maneras de relacionarnos con nosotros mismos, con los demás, ser amigables con nuestros ecosistemas naturales,  reencontrarnos con nuestra madre natura, y darnos cuenta de que ella forma parte de nuestra piel.

Nuestra tierra nos llena de orgullo por múltiples razones; me sentí cautivada por el atardecer del Lago de Maracaibo y por el espectacular y único fenómeno del Relámpago del Catatumbo, sus colores y esplendor me conectaron con la calidez de su gente y su gran diversidad biológica. No sólo la tierra del Zulia me conquistó, también su gente, especialmente tres niños del Sur del Lago que nos visitaron en el palafito donde fue nuestro campamento base de nuestro amigo Alan Highton, para advertirnos de tener cuidado con las rayas -en caso de bañarnos en el lago- y recordarnos la importancia de cuidarlo, en beneficio de todos, especialmente el de ellos.

Durante las sesiones fotográficas del calendario, a través del lente de Daniel Alonso y Aníbal Mestre, buscamos adentrarnos en la naturaleza para mostrarles una fotografía artística que revelara la interacción entre el ser humano y su entorno natural. Desde pequeña el mar Caribe y su Costa me enseñaron a amar y respetar el medio ambiente. En nuestra gira Alberto Blanco fue nuestro guía, brindándonos la mayor información para preservar los lugares y evitar molestar cualquier animal que se encontrara en el área de las fotografías. Fundamental fueron sus palabras, aún cuando para mí lo más importante siempre era seguir mi intuición, que me permitió estar conectada con todo  lo que me rodeaba, disfrutando cada momento con intensidad.

En nuestra visita al espectacular Hato Piñero, una de las reservas de faunas silvestres más importantes del continente, tuvimos muchas experiencias salvajes, estuvimos cautivados observando grandes cantidades de chigüires, caimanes, aves de todo tipo (más de 300 especies), osos hormigueros, dantas y hasta cunagüaros, y lo más especial: la calidez humana y humor del llanero, ¡todos unos verdaderos personajes! Una buena anécdota fue cuando estuvimos en una sesión de fotos en una laguna, apenas me adentré en ella salieron a mi alrededor ¡4 caimanes! pero no se preocupen, eran muy pequeños y siempre estuve asistida por Alberto Blanco, Daniel Alonso y los lugareños del hato, pero resulta que en la noche llegó un jaguar de dos metros e hizo un desastre en el mismo lugar dónde me estaban arreglando para las fotos ¿qué les parece?, este hecho no los comentó nuestro guía experto Félix Medina.

Tener la oportunidad de estar frente al Salto Angel no es un es espectáculo más ni un tópico de guía turística, ¡es asistir de nuevo a la creación del mundo! ¡Y en primera fila! Cuando llegamos al sendero del Salto Angel sentimos el latir del corazón de nuestro planeta. Tras años de recorrer toda la geografía de Venezuela y parte del mundo, les puedo asegurar que es uno de los lugares más maravillosos y de mayor energía que he visitado, allí esta presente la humildad que debemos conservar los seres humanos ante la naturaleza y el sentimiento de agradecimiento te embarga por la majestuosidad que nos regala la caída de agua más alta del planeta. Debemos agradecer al bello campamento Wakú Lodge y a la gente de Canaima Tours que hicieron de nuestra visita algo de nunca olvidar.

El espíritu conservacionista que se respira en la isla de Dos Mosquises Sur, más la labor tan asombrosa que realizan los integrantes de la Fundación Científica Los Roques a favor de la conservación de las tortugas marinas, es digna de admiración, como lo es en su totalidad el Archipiélago de Los Roques: el tercer ecosistema de arrecife de coral más importante del Caribe y considerado como uno de los mejores destinos del mundo para bucear.



Definitivamente, además de nuestros hermosos paisajes -como el que nos ofrecen los páramos andinos-, su gente es la que logra que disfrutemos de un ambiente muy especial en nuestras altas montañas del estado Mérida. La familia Araujo en la Estancia La Cañada nos invitó a vivir conforme a los principios de la naturaleza y a estar en paz con nuestro ser. En el estado Mérida son precursores del pensamiento ecológico y turístico en nuestro país.

En nuestro día a día, tradiciones y quehaceres, debemos recordar qué es lo que realmente nos nutre. En nuestra vida cotidiana lo son las relaciones, el amor, la vocación, nuestros alrededores naturales. Pero no tomamos  en cuenta a las generaciones futuras. En vez de ello, vamos contaminando y llenando de residuos sólidos y tóxicos todo nuestro ambiente. Ahora tenemos la oportunidad de redescubrir el presente y, al mismo tiempo, de tener una mirada más amplia sobre nuestras acciones a nivel global, contando con los efectos y las acciones en un futuro. Recuerda que el futuro de las generaciones futuras comienza por nosotros.



Logremos ser  venezolanos  con acciones y pensamientos sanadores…

No hay comentarios:

Publicar un comentario